El sonido de la música

Otra vez abandonado... Mil ideas, mil entradas entretejidas en mi mente y sólo puede quedar una. Sólo puede quedar la que rompa el hielo, la que devuelva la esperanza en que habrá otras.

Mil borradores, mil historias y de todas ¿qué me quedo?¿qué es importante?¿qué importa?¿qué, de todo, cuento?

Todo lo filtra el olvido, y tal vez, aunque no necesariamente, lo que cuenta es la memoria, y de todo lo pasado, hay algo que me queda, y, sobre todo, me gustaría que me quedase.

Cómo no, una quimera:

Me gustan los "what if..." y los "elseworlds", vamos, los "qué hubiera pasado si..."
Y de todos los que surgen a cada momento, me quedo con el reciente, con las consecuencias de los hechos fundamentales y fundacionales que me han acontecido recientemente.

A veces me gusta jugar a creer que existe el destino, que nada es azar y que la casualidad no es más que causalidad muy escondida... Y, mucho más de tanto en tanto, darle la vuelta a todo para ver el lado positivo.

Y me pregunto por qué una persona sana enferma tan de repente, y por qué el viaje soñado de cuatro se convierte en el viaje soñado de uno...

Y aunque me pregunto qué hubiera pasado si, y lo bonito que hubiera sido, tambien me pregunto qué me hubiera perdido, porque aunque las visitas, las comidas, todo, hubiese sido a las mismas horas, en los mismos sitios, todo habría sido tan, tan distinto...

Y me pregunto, jugando a que existe el destino, si no habrá sido todo una jugada, si no habrá urdido todo y presententado ante mí sus cartas y yo...

Y yo, amigo y amante del espíritu de la escalera, lo pienso ahora.
Y yo, enclaustrado dentro de mis propios silencios, en mis propias incapacidades, un "ahora" en la mente pero petrificado, sin un sólo guiño, me retiro a mis cuarteles de invierno, con la esperanza de que la vida se me echase encima otra vez y todo fuese simplemente ayer.

Con lo que no contaba era con tanta nostalgia, con tanta ausencia, con tanto frío.
No contaba con tan lejos.

Lo dicho, una quimera.

Vamos que me lo pase....