sábado, octubre 11, 2008

Melodía desencadenada

Hoy he mantenido una conversación, otra vez, acerca del término romanticismo,de lo que fue en tiempos y de cómo se aplica ahora,con el clásico, y recurrente, ejemplo de mi admiradísima "Canción del Pirata" a modo de epítome de la poesía romántica.

Y, navegando por ahí, casualmente me he encontrado con ésto. Es un poeta de los que se consideran "menores" ("la meta es el olvido, pero yo he llegado antes", cómo dijo Borges. Pertenece a la época, y me ha hecho bastante gracia.

A la Pereza.


¡Qué dulce es una cama regalada!
¡Qué necio el que madruga con la aurora
aunque las musas digan que enamora
oír cantar a un ave en la alborada!

¡Oh, qué lindo en poltrona dilatada
reposar una hora y otra hora!
Comer, holgar..., ¡qué vida encantadora,
sin ser de nadie y sin pensar en nada!

¡Salve, oh, Pereza! En tu macizo templo
ya, tendido a la larga, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo

arrastro bostezando: y en tal modo
tu apacible modorra a entrar me empieza
que no acabo el soneto... de per... (eza)


Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873)

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