lunes, mayo 11, 2009

Sucede

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines marchito,
impenetrable, como un cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñasy mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso asustar a un notario con un lirio cortado,
dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,vacilante, extendido,
tiritando de sueño, hacia abajo,
en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones,
a ciertas casas húmedas, a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre
y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejosque debieran haber llorado de vergüenzay espanto,
hay paraguas en todas partes,
y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.

Pablo Neruda



Aunque prefiero...

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