viernes, septiembre 05, 2008

La verdad de todo ésto

Llegan las doce de la noche, es hora de quitarse las máscaras, pero uno de los invitados permanece, silencioso, en el fondo.

-¡Desenmascarémosnos!¡Desenmascarésmosnos!

Y, el desconocido, silencioso, empieza a levantarse su máscara en forma de calavera...

Y debajo, estaba la realidad.

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